Sí, parece increíble pero Carlos Dívar, amparado en la incomprensible normativa de justificación de gastos aprobada por el propio CGPJ en 1996, se niega a dimitir.
Esta es la conclusión a la que se llega tras la comparecencia pública del presidente del CGPJ. Lo realmente grave es que, probablemente, el caso de Carlos Dívar y sus viajes es sólo la punta del iceberg. ¿Cuánto viajes y otros gastos injustificados se han hecho a cuenta del dinero de los contribuyentes desde 1996? Me temo que nunca lo sabremos. Lo que es seguro es que tienen muuuuchos ceros, ya sea en euros o en pesetas.
Dicha normativa es muy peculiar. Los miembros del CGPJ tienen que aportar las facturas de sus gastos, pero no tienen que justificarlos.
Y, como siempre, a buenas horas, mangas verdes. Una vez descubierto todo este tenderete, el CGPJ aprueba ayer las bases de un Plan de austeridad y transparencia, en el que se incluye que sus miembros habrán de justificar el motivo de sus gastos y las personas con las que se han reunido.
Y, para colmo, dentro de unos días nos dirán que esto lo hacen "motu proprio", y no porque han quedado retratados ante la ciudadanía española.
Sí, al igual que yo, estás harto de que te tomen el pelo y de que se rían de nosotr@s, puedes firmar para pedir la dimisión de Carlos Dívar, en Change.org, en la propuesta realizada por Máximo Pradera.
Y, para terminar, os dejo una versión alternativa de los viajes de Carlos Dívar, realizada por los Perros Callejeros. En ella se explican los "problemas espacio-temporales" que ha sufrido Carlos Dívar. El audio no tiene desperdicio, "El misterioso caso de Carlos Dívar". Mejor reír que llorar.
